Considerado uno de los artistas consagrados del panorama artístico catalán, en 1976 crea la Assemblea Democràtica d’Artistes de Girona, que reivindicaba, a través de acciones, la libertad creativa. Dos años más tarde, funda juntamente con Faixó, Gispert y Corominas la revista Art-Actitud. Influenciado por las “segundas vanguardias”, muy pronto se sumergió dentro de un universo oscuro y caligráfico, signo personal de su identidad creativa. Sus obras rompen con el concepto de perspectiva y representación renacentista para crear nuevas dimensiones a través del juego de luces y sombras.