Un proyecto de Carlos Pazos, artista indisciplinado y siempre sorprendente, que, a partir de su preocupación por el abisme que separa la alta y la baja cultura, nos propone darle unas vueltas al concepto del gusto en general y del gusto en la pintura, en particular.
Con la colaboración del Museu Nacional y la complicidad de Eloy Fernández Porta, Carlos Pazos saca de este museo una serie de pinturas, entre las que se camuflan cuadros de la colección PazosCuchillo, y pone acentos con algunas piezas de su propia cosecha, convirtiendo el espacio de exposiciones temporales de Can Framis en una gran instalación.
Un artista de los buenos dijo una vez que los almacenes de...